domingo, 26 de abril de 2009

Pausa...


-¿Interrumpo? Dijo él haciendo que ella levantará la vista, dejando de escribir.
¿Qué si interrumpía? ¿Era capaz de preguntarlo?
Claro que interrumpía, interrumpía como nunca antes nadie lo había hecho en su vida. Interrumpía como un tornado de sensaciones que no conocía. Interrumpía con aquellos ojos verdes que la miraban ocultos tras esos lentes y no le permitían observar su alma. Interrumpía la tranquilidad a la que su corazón estaba acostumbrado. Interrumpía en su mundo rompiendo todos los esquemas que ella planificaba a diario. Interrumpía en su cuerpo recorriéndolo por completo sin nunca antes haberlo tocado. Interrumpía con su experiencia que la llenaba de fuego, y sobre todo, interrumpía con sus palabras que parecían acariciarla suavemente como blancas manos. Interrumpía, interrumpía, interrumpía.
-claro que no. Respondió ella con tenue voz, mientras la cara se le pintaba de rojo.
Entonces él se sentó a su lado. Interrumpiendo su paz, su armonía, su corazón, su sonrisa, su vida. Dejándola tan feliz, pero al mismo tiempo tan VACÍA.

Por favor interrúmpeme, aunque sea por sólo un segundo. Te lo suplico

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